Seda, tabaco y silencio: el perfume como extensión de una filosofía de marca
Hay gestos que no se ven, pero se sienten. Como una tela que roza apenas el cuello. Como el aire que se mueve cuando alguien entra en una habitación. Como la estela de un perfume bien elegido. En Tukaos creemos que la elegancia no comienza ni termina en la ropa. La elegancia se construye en capas invisibles. En pausas. En memorias. En lo que no se puede tocar pero permanece.
Por eso nació VICIO, un Eau de Parfum de 50 ml que no solo es un perfume, es una declaración sensorial. Su frasco de cristal de Milán con tapón de roble francés y etiqueta de papel verjurado evocan el lujo sobrio. Su packaging simula una cajetilla de tabaco, un trampantojo elegante —contrapunto de lo que contiene, pero sin perder coherencia narrativa—
La fragancia abre con notas de flor de tabaco, cacao y un acorde especiado que recuerdan la primera bocanada de un lugar íntimo y sofisticado. En su corazón laten la vainilla y la haba tonka, que aportan una calidez que se percibe como nostalgia sin tristeza. El resultado es un aroma persistente, sin estridencias, que deja una estela envolvente. Sobre todo, esa estela habla de presencia sin gritar .
Llevar VICIO no es un gesto banal. Es un detalle que acompaña, un susurro que permanece. Es llevar un perfume que, más que una impronta, es una atmósfera. Porque en Tukaos entendemos que si el vestir es un acto, el perfume es un eco íntimo de ese acto. Es la capa más cercana a la piel, la que dialoga con las emociones, con los recuerdos, con una identidad que busca coherencia, no espectáculo.
El packaging —esa cajetilla tan característica— no es solo ingenio gráfico. Es un ejercicio de narrativa. Finge una cajetilla de tabaco pero revela algo distinto: un perfume que no contamina, sino que completa. Que juega con las expectativas, pero no se burla. Que seduce sin que lo sepas, que atrapa sin que te sientas atrapado.
La conjunción de fragancia, presentación y relato convierte a VICIO en un elemento que no acompaña a una prenda: la ilumina. Da sentido al acto de vestirse, lo envuelve en un halo de intención. Como si cada mañana, al rociarte un poco de VICIO, afirmaras lo que te vas a permitir ser ese día.
En resumen, VICIO no es un perfume más. Es una forma de contar quién eres. Una sutil declaración. Un acto discreto que dice: “estoy aquí, sin necesidad de levantar la voz”.
EL NOTICIERO DE MARCO DIONNE
Únase a la comunidad y reciba un 10% de descuento de bienvenida, consejos de moda y las últimas noticias de la Maison Tukaos de la mano de Marco Dionne, sastre jefe de la casa de moda española.
